El diseño ha demostrado ser un potente catalizador de la innovación. Esto ha quedado en evidencia a través de múltiples casos y en ámbitos tan diversos como la tecnología, las comunicaciones y la salud, mediante la incorporación de productos en el mercado y a través de innovaciones que introducen mejoras sustantivas en la calidad de vida de las personas.
La buena noticia es que desde otros ámbitos se ha vuelto la mirada hacia nuestra especialidad, para tratar de comprender y sistematizar esa particular forma que tienen los diseñadores para detectar problemas y oportunidades y luego proponer soluciones.
Así, el diseño ha ampliado su ámbito de influencia y hoy todos quieren aprender de él. Se habla del “poder del diseño”, se fusionan escuelas de negocios con escuelas de diseño en varias partes del mundo y se utilizan las metodologías propias de esta disciplina para generar cambio.
Published: 2014-08-06